lunes, 30 de septiembre de 2013

MÁS KENNEDY Y MENOS VIPS


Soy de las que no para de hojear las páginas del papel couché, una de las muchas mujeres que se fija en los detalles de las celebrities, pero sobretodo soy de las que piensa que las revistas del corazón han pasado a ser monográficos de tendencias pasajeras y han dejado al margen lo que realmente era conocido como “sociedad”.
Echo de menos las fiestas glamurosas, las intrigas palaciegas (aunque últimamente de éstas si estamos bien servidos), cómo viven los poderosos y las personalidades de verdadero interés. Sinceramente, y con todo mis respetos, las idas y venidas de los famosos, sus hijos y sus madres cantantes no me interesan ¿Dónde han quedado esas fiestas impresionantes, elegantes donde no había más que gente estupenda? ¿En qué se ha transformado los ecos de sociedad?



Me encanta ver las bodas, cómo visten, la decoración de sus casas, la historia de la nobleza y cómo han conseguido perderlo o ganarlo todo, de quién son hijos y qué bienes tienen. Cómo surgió la relación entre Jacqueline y Onassis o cómo María Callas fue siempre el amor del magnate griego, pero ahora no hay más que chonis que pasean sus traseros haciendo compritas, actores o actrices que toman cañas como todos los mortales en los lugares que casi todos conocemos. Los vips ya no lo son tanto y a mí lo que me fascina es ver esa vida alucinante y soñar con ella, fantasear poniéndome en su piel. Qué me importa a que un don nadie que se haya presentado a un reality show ahora ofrezca una exclusiva hablando sobre sus compañeros y los cuatro roces que haya tenido con Fulanita. ¿Qué interés social o humano tienen estos faranduleros? Y por otro lado, a mi como lectora me gusta diferenciar y que los medios lo hagan entre vida pública y privada; muy distinto es contar y fotografiar las esferas públicas y de calado social a acercar las indiscreciones ordinarias que nada más que ofenden tanto a los protagonistas como  a los lectores. Es más que evidente que el periodismo ha evolucionado, pero bajo mi juicio y en este caso no a mejor. En muchas ocasiones, los blogs son los verdaderos ecos de sociedad, exceptuando revistas que llevan años de reputación consagrada con su buen hacer cada semana.


El día a día es lo que tiene, la monotonía, la repetición de los actos y en gran parte de los hechos por eso cuando leo prensa rosa quiero ver opulencia, fuegos artificiales, nobleza, personajes con solera, glamour por los cuatro costados, historias Reales y mucha pero que mucha elegancia. Reivindico una vuelta al pasado y que la que se denomina “prensa del corazón” retome sus orígenes o al menos la base de antaño; ofreciendo a su público verdaderos personajes.


Sandra Delgado @delgadopozuelo

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario