Llevo apuntada a un gimnasio
casi un año y en este mundillo puedes llegar a sorprenderte cada dos minutos
pero mi último alucinamiento es la moda de ir maquillada mientras haces spining o la clase de turno. Chicas,
quiero lanzar mi pensamiento al mundo: ¿por qué hay gente tan absurda? Vas a una
clase para sudar, para dejarse la piel, para tonificarte, para dar forma a esos
músculos enclenques y para quitarte esos kilos
que has cogido este veranito; ¿qué te lleva a pintarte la línea del ojo y
ponerte gloss en los labios?
Entiendo que te guste mostrar los avances de cinco horas a la semana en el gimnasio, lucir y que la gente se percate de que ya estás ahí, incluso hasta que flirtees con el monitor de turno pero por lo que no paso es porque vayas pintarrajeada. Ahora hay muchas marcas de cosméticos que nos venden los imprescindibles para acudir a nuestra rutina deportiva: que si el rímel, el delineador y por su puesto la crema de color que nos cambia la cara para hacer el sobreesfuerzo.
Señoras; esto es una soberana estupidez con todos mis respetos a la empresa de la belleza. Esto es un invento más que lanza el mercado con la intención de que gastemos más porque a mí que no me digan que porque me aplique la cremita y una barra de labios o una sombra de ojos, mientras hago una hora de sentadillas me voy a ver más bella. En los gimnasio se suda, a una se le descoloca la coleta, tiene cara de “por Dios que se acabe esto” y maldice las cervezas de agosto en el chiringuito; así yo sé de una que seguirá natural como la vida misma mientras aguanta el dolor en la elíptica.
Suerte y cuidado con la
grasa quienes se maquillen y vayan de paseíto al gimnasio.
Sandra Delgado
@delgadopozuelo
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Un beso!