Indirectas, males
entendidos, gestos o un pisotón que no esperas por debajo de la mesa por parte
de tu pareja te
alumbra un camino que tú ya tenías sobreentendido. Sin embargo, aceptas una
semanita con tus suegros porque
cada año tienes como reto superarte y porque después siempre hay una semana de
ocio fuera del ambiente familiar. Y si no existe debes poner las cartas sobre
la mesa: ok a las vacaciones en familia mientras exista el respiro, un
verdadero paréntesis para ti.
Otra máxima: nada de sofocos,
aprovecha que las vacaciones son el momento ideal para acercar posturas y
cortar con las indirectas. Siempre puedes aliarte a ellos y ser una chaquetera por
unos días. Total ¿quién se va a dar
cuenta? Quizás después de siete días le cojas el truco y pases a ser la nuera perfecta
por el resto de tus días.
Pero si aun así hay
momentillos en los que tienes el rictus en la cara y tus manos se agarrotan
alrededor del cuello de la mamá de tu querido tengo un truco infalible: ¡cuenta hasta cien! O
sal a pasear durante una hora, libera las tensiones poniendo tu mente en
blanco; piensa que al día siguiente quedará uno menos para arramplar con las
maletas a un destino paradisiaco aunque sea a tu casa. Bienvenido Septiembre.
Sandra Delgado
@delgadopozuelo
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