Si tuviera que vender
mis bufandas, esas que me llevan más de cinco meses terminarlas, no sabría por
cuánto hacerlo. Los artesanos nunca cobran lo suficiente. Muy lejos de mis
pequeños trabajos caseros están las tiendas Tierra.
Si fuéramos simplistas diríamos que se dedican a la venta de complementos,
flores, pulseras y collares artesanos. Pero detrás de estos
productos hay muchas historias, pero ante todo un filosofía interiorizada por
cada uno de los trabajadores, que lo primero que hacen nada más cruzar el
establecimiento es recibirte con una flor.
La conciencia por el medio ambiente, ese trabajo
cuidado y la buena comunicación con los clientes pueden ser valores repetitivos
en muchas tiendas que trabajan cara el público. Pero hay que señalar que
aquello que marca la diferencia son los detalles y saber agradar está al
alcance de todos pero solo unos pocos aprovechan y encantan a los viandantes. Una
simple flor de cartón reciclado o un helado son ideas llevadas a la práctica
con éxito de ventas. Sin duda, creo que estas empresas engordan su caja por su filosofía y por el hecho de
compartir momentos con su público objetivo.
No es cuestión de
venta es permanecer en el recuerdo y llegar a casa y comentar que hoy en una
tiende han tenido un simple detalle sin ni si quiera comprar. El boca a boca
funciona, lo ha hecho siempre. Tierra
sabe que no solo vende moda sino que afronta las tendencias con otro punto
de vista. Y está visto que existe un cambio y que ellos no solo miden la
elegancia por el número de brillantes que lleva un brazalete. Parece que han
interiorizado el lema que el accesorio por es excelencia es aquel que te hace
sentir más bella y natural, independientemente del
número de piedras preciosas.
Sandra Delgado @delgadopozuelo
Todas las imágenes poseen TIERRA®,
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