lunes, 28 de octubre de 2013

¿Oro dorado u oro rosado?

A la vuelta de la esquina está el invierno, acechando con sus prendas oscuras, los leggins, los abrigos largos, las botas negras de media caña y los pullovers amplios ausentes de color. Menos mal que existen los accesorios para que nuestros looks luzcan con la chispa de originalidad necesaria para sobrevivir a estos fríos meses. En nuestro post toca hablar de joyas, pero sobretodo de oro. Piezas irresistibles a las que es imposible no hacerles ojitos.



Hace treinta años era impensable ver otra modalidad en las manos o los cuellos de antaño que no fuera el oro dorado. Hoy en día hemos roto, gracias a Dios, con esa tendencia. Con esto no quiero decir que me horrorice el oro amarillo pero creo que en la variedad está el gusto y en la diversidad más.

Nada mejor para conquistarnos que una joya grabada pero la gran duda es si elegir oro rosado en lugar del dorado. Es sencillamente una cuestión de gusto, o mejor dicho de tendencias. El dorado es un clásico, nunca decepciona y su valor siempre es seguro. Pero existe un pero, y es que muchas de nosotras somos de la teoría de renovarse o morir. Ahora es el tiempo de los cambios, de apostar por las modas y el oro rosado es un “must” este otoño e invierno. Resulta elegante, discreto y más combinable de lo que te crees.
 
Si lo que te preocupa es con qué ponértelo, quédate tranquila. Aquí te doy las claves para que no defraudes: perfecto con negro, colores tierra o nude, los metalizados pueden ser una apuesta interesante para lucirlo de noche. No te olvides que el blanco también es una opción sobre todo de cara a las jornadas de trabajo. Y el oro amarillo; simplemente va con todo; eso sí ni se te ocurra lucirlo con dorado o entrarás en el reino de las horteras de por vida. Vamos que, si no tienes una pieza con este metal precioso nunca serás una “it girl”.
Sandra Delgado @delgadopozuelo
 
 
 

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