Se acabó el romanticismo,
los paseos nocturnos por el Sena; ahora están de moda las escapadas a media
noche surcando en moto las grandes avenidas del lujoso París. No me extraña que
la primera dama francesa, Valerié Trierweiler, haya pasado más de una semana
hospitalizada y ahora esté retirada en las afueras buscando la recuperación en
esa fabulosa casa de campo llamada La Lanterne.
El presidente Hollande dice
que atraviesa por “momentos dolorosos”, pero parece que su affaire no le ha
pasado factura alguna en cuanto a su popularidad. Sigue siendo pésima, pero no se ha
visto dañada por el caso “Gayetgate”. La aprobación social de los galos al
Primer Ministro se encuentra en mínimos históricos, con un porcentaje del 22%
Hay semanas en las que uno
no debería salir de casa. Con la cantidad de políticos que hay; y el pobre
François tiene que salir a la palestra por una actriz. Para engañar a una
mujer; primero hay que ser un hombre excesivamente brillante y astuto además de
no ser el político más seguido de tu país. Poner en tela de juicio su labor al
frente de la presidencia, por algo tan banal y carnal, sería un insulto. Aunque
estoy segura de que a muchas de las francesas que lo votaron para ahorrarse las
imágenes de los paseos de Nicolás Sarkozy con Bruni no les ha hecho mucha
gracia toparse con un nuevo escándalo en el que Julie Gayet aprovecha las
circunstancias pasa vender sus desnudos de tiempos anteriores.
Sandra Delgado
@delgadopozuelo
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