lunes, 13 de enero de 2014

La fusión está de moda.

Huevo frito con patatas, un plato de alubias, bacalao con tomate, cocido, croquetas de mi abuela, pisto manchego, puré de calabacín, judías verdes con jamón o gazpacho del de toda la vida.  ¿Dónde está la comida tradicional?, ¿la que comemos cada día en nuestra casa, esa que vemos cocinar a nuestra madre, suegra, cuñada y amigos? Cuánto daño nos ha hecho Masterchef haciéndonos creer que podemos ser como ellos.  

 


El propio nombre nos indica que para hacer platos como los que preparan, tenemos que tener cierto nivel. Ser chef no significa que nos guste la cocina, que preparemos platos de manera brillante o que el arroz no se nos pase. Ser chef implica tener ciertos conocimientos tanto en cocina como en caldos para preparar manjares técnicamente perfectos, llenos de arte, de sabor y sensibilidad a la hora de degustar en boca.

Nos empeñamos en comprar sus libros de recetas, de guisar las alcachofas como ellos nos indican, de innovar a la hora de ir a la compra pero lo cierto es que en mi casa funciona el sota, caballo y rey. Y alguna vez, innovamos y hacemos pollo a la naranja. No está demás ver programas en los que se baten a duelo para ver quien se apaña mejor entre fogones pero en el día a día uno no prepara un carpaccio de vieiras, ni por mucho que yo le explique a mi hermano, el cual come como si fuera una auténtica bestia, que el Ravioli invertido con gamba roja es lo más y que debería saborearlo. Hay cocinas, como cocineros, al igual que ocasiones en las que uno puede dedicar mucho más tiempo y esmero para sorprender a sus comensales; pero sigo pensando que  tanta delicadeza, dedicación no está hecha para batallar los 365 días que dura un largo año.
 

Sin embargo, hay citas que a uno no se le debe escapar, al menos para ver si los mejores chefs piensan en aquellos que viajamos con el tupper a cuestas; es la XII Edición de Madrid Fusión. Este año, la cita gastronómica por excelencia se presenta bajo el lema “La inspiración está en la calle. Comer en la ciudad”. Del 27 al 29 de Enero talleres magistrales, catas, conferencias y demostraciones de más de una centena de cocineros expertos internacionales se reúnen en la capital para enseñar al mundo lo que son capaces de hacer. He visto que las cocinas invitadas son Flandes y el Eje Andino, poniendo más sabor si cabe al evento. Pero para mí no hay más sabor que una buena  sopa de falso “bogavante” como la que prepara mi querida madre.

 

Sandra Delgado @delgadopozuelo

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