Es un mes de tránsito, de cambios y de alegría. Pase lo que pase a la hora de recoger las notas, Julio es el mes de las aventuras. El buen tiempo, las vacaciones y otros hechos repetitivos hacen que este mes pertenezca al top five de los meses del año.
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Los peques pasan de estar todo el día en el colegio a ser acogidos por sus segundos padres: los abuelos. Sin duda, son sus días por excelencia cuando cobran su mayor protagonismo. Los padres hacen cabriolas para “acoplar” a sus angelitos y si pueden economizar mejor que mejor. Si no pudiera ser comienzan los campamentos de verano, los intensivos de inglés, las academias para recuperar en septiembre “las calabazas”.
Julio es el mes de los
clásicos. En esos 31 días regresa todo lo que me gusta, y lo hace para quedarse
prácticamente tres meses. Vuelven las jornadas intensivas, para los
funcionarios la famosa “paga extra” (para quienes tengan la suerte de
mantenerla en su comunidad), los chapuzones a media tarde, regresan los flashes
de sabor pitufo a mi congelador, el gazpacho día sí día también de mi madre y
los vestidos “fresquitos”. Y como no, las deseadas rebajas para hacernos con
ellos. Aquí va una buena selección para que tomes nota de lo que puedes
encontrar:
Sandra Delgado @delgadopozuelo
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